Manejo del Dolor

 

El dolor es una sensación desagradable que indica un daño real o posible. Es importante tener en cuenta que el dolor es, en principio, un mecanismo de defensa, cuya función es detectar y localizar los procesos que dañan las estructuras corporales, pero es también un fenómeno subjetivo que puede estar o no vinculado a una lesión o patología orgánica.

Además, cuando esta vinculación existe, la intensidad del dolor no está necesariamente relacionada con la gravedad de la alteración que lo produce.

El ser humano está programado para evitar el dolor, es un mecanismo que nos defiende de lo que nos hace daño; una alarma que nos avisa que algo anda mal con nuestro cuerpo. Por esto es un síntoma que nos avisa que algo está pasando y no debe ser pospuesto como una alarma de un reloj.

La sensación de dolor muchas veces nos dificulta trabajar normalmente, nos produce angustia, mal humor e incluso tristeza. Nadie debería vivir con algún tipo de dolor.

Desde el dolor menstrual (dismenorrea), hasta los dolores de cabeza (cefalea), los dolores abdominales o musculares; hay que encontrar el origen, el porqué y mientras tanto mitigar los otros efectos colaterales por su presencia en nuestras vidas.

Una manera sencilla de clasificar el dolor para luego tratar de averiguar su causa es según el sitio donde se produce y sus características. En farmacia nacional ofrecemos opciones a pacientes y doctores para mitigar esa terrible sensación, mientras encontramos de dónde y por qué nuestro cuerpo nos suena la alarma. 

A continuación señalaremos algunas causas de dolor según sitio de manera resumida.

Según sitio:

Cabeza: migrañas, oído, dental, golpes oculares, nariz y senos paranasales.

Cuello: musculares, referidos de cabeza o tórax, tortícolis, garganta, reflujo.

Tórax: causado por enfermedades pulmonares, problemas esofágicos y digestivos, músculo esqueléticos.

Espalda: cólicos renales, musculares, neuropáticos, referidos.

Abdominal: por trastornos gastrointestinales y del aparato urinario, tipo cólico menstrual, muscular, hernias, genitales, cólicos del bebé.

Músculo esquelético de extremidades: por esguinces, luxaciones, traumas o golpes varios, neuropático, articular por desgaste y por enfermedades autoinmunes.

TRATAMIENTO DEL DOLOR

Tratamiento no farmacológico

Muchos dolores pueden aliviarse, al menos en parte, mediante medidas como reposo, aplicación de frío o calor, masajes y/o técnicas como la electroestimulación o la acupuntura.

Tratamiento farmacológico

Aunque la solución ideal para el dolor sería eliminar la causa que lo produce, con frecuencia esto no es posible o no puede hacerse con la suficiente rapidez y se precisa un tratamiento sintomático. Para ello se utilizan fundamentalmente los analgésicos, aunque también pueden emplearse coadyuvantes. Un analgésico es un medicamento para calmar o eliminar el dolor.

Debemos recordar que el dolor usualmente es sinónimo de daño celular o lesión celular por lo tanto nuestro cuerpo en un intento de ¨reparación¨ puede liberar ciertas sustancias que causan inflamación que igualmente se pueden traducir en más dolor y signos físicos visibles como calor, rubor, hinchazón acompañado en algunas ocasiones de hematomas (moretones). Así sabemos que luego del daño tisular (tejidos del cuerpo o grupos celulares con funcionalidad específica), si controlamos el resto de efectos posteriores, podemos reducir el dolor. Para esto entonces contamos con combinaciones de fármacos y medios para aliviar el dolor combinados.

Es preciso que consulte con su médico de confianza si el dolor no ha sido aliviado y debe utilizar analgésicos por más de 5 días seguidos, recordemos que todo medicamento e incluso remedio natural puede tener efectos adversos y no deseados. Cada terapéutica debe utilizarse de manera racional según la mejor evidencia disponible tomando en cuenta los riesgos/beneficios.

FUENTE : HTTPS://WWW.ELSEVIER.ES/ES-REVISTA-FARMACIA-PROFESIONAL-3-ARTICULO-CURSO-BASICO-SOBRE-DOLOR-TEMA-X0213932415727485